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A pocos días de las elecciones generales
del pasado mayo, dedicamos un escrito al Señor RRM y lo titulamos “El Gran
Perdedor”, en el mismo hacíamos una breve reseña de quien era este
señor, cuál era su militancia Político Partidaria, como llego a la JCE y cuál
ha sido su accionar una vez en pleno control de ese organismo estatal.
Decíamos que todas sus actuaciones al frente de la JCE tenían
como objetivo fundamental, cumplir la misión puesta a su cargo por el partido
del cual es miembro de su comité central (Suponemos que en licencia de su
militancia), tanto es así que todo el mundo en este país tenía la convicción de
lo que finalmente ocurriría en el proceso electoral y la crisis derivada del
mismo.
En esta ocasión de nuevo RRM es la figura central de una hecho ocurrido recientemente,
se trata de la cancelación de los visados personal y oficial emitidas por el gobierno
de los EEUU a los ciudadanos del mundo que desean visitar su territorio.
Esta práctica de quitar visas a funcionarios del gobierno se
ha puesto muy en boga en los últimos años, recordemos los casos de varios
funcionarios del gobierno del presidente Hipólito Mejía Domínguez.
En cada caso se han suscitado múltiples versiones o rumores
respecto a la causa real de estas cancelaciones de visas, los más relevantes
por su gravedad son los de Narco Trafico, Lavado de Activos, Corrupción o
simplemente por no compartir las políticas de los EEUU hacia temas de vital
importancia para nuestro país.
El hecho reciente de RRM tiene otras connotaciones, se trata
de un funcionario del estado Dominicano, por demás presidente de uno de los
poderes que sustentan nuestra democracia y por tanto esta situación, quiérase o
no, tiene implicaciones políticas y diplomáticas entre ambas naciones.
Más que entrar en las causas que motivaron la suspensión de
las visas a RRM, si estamos de acuerdo o no con esta medida, si fue la mejor
forma de ejecutarla por parte de la funcionaria Consular Americana, que si en
el pasado hubo enfrentamientos y contradicciones entre RRM y el Embajador Estadounidense,
estas y cualquier otra razón que podamos recordar no constituyen la génesis del
problema.
Ahora lo importante es saber cuál será la reacción del
Gobierno del PLD para defender su pupilo, formado en ese partido, dirigente y
cuadro importante en los últimos procesos electorales donde el PLD ha salido
ganancioso sin importar cuestionamientos.
El Gobierno debe reaccionar con cautela, con sangre fría,
callar la boca de aquellos dirigentes de su partido que al hablar dejan un mal
sabor a prepotencia, arrogancia y avasallamiento, cuidemos la reacción y
evitemos la agudización de una situación que pudiera ser de menor relevancia si
pensamos bien los pasos a seguir.
El peor error que pueden cometer el Gobierno y el PLD seria
responder esta acción con tratar de imponer nueva vez a RRM en la JCE o en algún
otro cargo superior dentro de la Justicia o cualquier otro organismo estatal cuyos
miembros deben ser escogidos por el consenso de todas las fuerzas políticas y
sociales de nuestro país.
No echemos al olvido todo lo ocurrido en el último proceso electoral,
en el cual todavía no han sido superados los riesgos de ingobernabilidad derivados
de las irregularidades ocurridas en dicho proceso electoral las cuales han sido
recogidas en el informe de la OEA publicado recientemente.
Esperemos que los dirigentes y funcionarios del Gobierno del
PLD reaccionen con sabiduría, con tacto político, con sentido de equidad y que
la inteligencia emocional se haga presente por el bien del país.
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